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Mapa mental «CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PARA EL DESARROLLO»

En el siguiente mapa mental se muestran las características y aspectos importantes del documento «CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PARA EL DESARROLLO»

Mapa mental (clic en la imagen para agrandar)

A continuación se muestra un fragmento del documento original que se utilizó para elaborar el mapa mental.

CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PARA EL DESARROLLO

La Ciencia, la Tecnología y la Innovación (CTI) no han sido consideradas históricamente en Bolivia como variables prioritarias para la generación de desarrollo y productividad de los sectores productivos. El exiguo aporte tecnológico provino en todos los casos del exterior, con grandes costos económicos, sociales y ambientales, o simplemente, no hubo una correcta adaptación de este conocimiento a las condiciones locales.

Si bien en el pasado reciente se hicieron algunos esfuerzos para generar una política científico-tecnológica y una institucionalidad que permita fortalecer a este sector, a través de la aprobación de una ley de Fomento a la Ciencia y a la Tecnología y de un Plan Nacional, estos no definían los mecanismos claros de vinculación entre los espacios productivos y científicos. Se creó, asimismo, un ente altamente burocrático, pero que no contaba con suficiente financiamiento. Su enfoque colonial y excluyente, por otra parte, no visibilizaba la existencia de otros espacios de generación de conocimientos que no fueran los centros científicos, ni establecía la posibilidad de utilizar la ciencia y la tecnología para la solución de problemas nacionales, regionales y locales, con participación activa de los habitantes de las diferentes regiones del país.

La falta de políticas adecuadas de inserción de CTI y el escaso apoyo financiero a ese sector, limitó el desarrollo de las capacidades de los centros científico-tecnológicos. A este hecho contribuyó, de manera decisiva, la ausencia de demanda del sector productivo, como efecto de la inexistencia de una dinámica interna de incorporación de valor agregado a la producción, como efecto del dominio de un modelo primario exportador.

Por esta razón, los centros de investigación logran desarrollar actualmente sus tareas con muchas limitaciones, ya sea con aportes de la cooperación internacional o con recursos provenientes de la prestación de servicios. Esta situación se hace evidente cuando el Estado invierte el 0,26 por ciento del Producto Interno Bruto, aproximadamente 23 millones de dólares, el mas bajo de la región, en actividades de CTI (ver cuadro 1a). Estos recursos se utilizan en su mayor parte para el pago de salarios.

Referencias

«CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PARA EL DESARROLLO»

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